» Orígenes de un elemento clásico del equipo de campaña: La Pala LINEMANN


Orígenes de un elemento clásico del equipo de campaña:
La Pala LINEMANN




Por el Mayor (R) Museólogo Sergio O. H. Toyos




Todos quienes hemos integrado las filas del Ejército Argentino, hemos usado y portado alguna vez, la famosa pala Linemann, nombre del que desconocíamos su origen, aunque se deducía su pasado alemán, junto con una gran cantidad de detalles que hicieron toda una época de nuestro Ejército. Sin embargo, a pesar de que al adoptarse a mediados de la década del ’30, las modalidades de uniformes, cascos y equipamiento general de campaña, vino con toda la parafernalia de origen germano, la famosa pala, que hoy por hoy, todavía puede ser vista en alguna que otra unidad, siendo ya reemplazada por otra herramienta, que aunque más moderna en su empleo, jamás se le equiparará en cuanto a calidad de materiales constitutivos y duración en su misión específica y otras que no lo eran tanto.

La pala Linemann tiene su origen en la invención que hiciera un oficial del Ejército de Dinamarca: Mads Johan Buch Linemann, (1830-89) quien se graduara como tal el 26 de octubre de 1849. Luego combatiría como Jefe de Compañía en 1864, en el frente de Als, en la denominada “Guerra de los Ducados”, conflicto que enfrentó al Imperio Austro Húngaro y Prusia contra Dinamarca en 1864. Este último país salió derrotado, por lo que debió ceder Schleswig-Holstein, que fue anexionado por las otras dos potencias.

Fue en el frente de guerra, que este ingenioso oficial, ante el nuevo tipo de tácticas que enfrentaba, se vio en la necesidad de generar nuevas técnicas de combate e instrumentos que le sirvieran. Así surgió este útil de zapa, que tenía una gran capacidad para realizar con él, múltiples tareas. Podía servir para cavar, cortar con un borde serrado que tenía, cortar con el otro borde al que se lo afilaba, para cocinar y como arma contundente y de corte. Incluso hasta se la ensayó como bayoneta, fijándosele en el mango un engarce para el extremo del cañón del arma y afilándosele agudamente el borde de ataque. Huelga comentar la forma en que los soldados bromeaban morbosamente, respecto a la forma en que recogían en pala las entrañas de sus enemigos



La Pala LINEMANN

Pala original danesa



Sin embargo, dándose aquello de que nadie es profeta en su propia tierra, el ejército danés no dio mucha importancia a este invento, fabricándosele en un número pequeño, que limitaba su distribución a una pala por cada tres hombres que integraran un batallón de infantería.




La Pala LINEMANN

Palas Linemann alemanas de diversas épocas



En 1871, Linemann, ya finalizada la guerra, viajó a Viena, donde entusiasmó con su invento al ejército austríaco, el que de inmediato encargó una gran cantidad en la versión por todos hoy conocida, denominándosele “spade”, término con que se describía más a un arma que a una herramienta.

El ejército ruso también se interesó en el invento danés y encargó una gran cantidad: 60.000, pagándolas a dos rublos por unidad. Para la época, una pequeña fortuna para el ingenioso danés. Los rumanos también repararon en el útil y multifacético instrumento y encargaron también un gran número entre 1877/78, ocasión en que participó como aliada de Rusia en la guerra de este imperio contra los turcos. Luego, fue empleada por los alemanes en las dos guerras mundiales, y adoptada por otros países con algunas diferencias en el formato de la hoja, la empuñadura, en la rusticidad y forma de fabricación, como así también, en la forma de transportarla.

Nuestro Ejército la adoptó en el período de influencia germana de su doctrina y equipamiento, pasando a ser un instrumento clásico dentro del equipo individual de las unidades de todas las armas y servicios. Otro aspecto a considerar, fue la forma de portarla. La primera versión de la funda porta pala, fue –como no podía ser de otra manera-, de cuero marrón, constituyendo una suerte de sobre protector de los filos de la hoja, en una doble tira de cuero que envolvía la punta y costados de la misma, tomando a la pala por el mango, con una correa provista de una hebilla. Se suspendía con un pasador cosido a la funda perimetral de la hoja, que permitía colgarla del cinturón o fijarla a la mochila o al equipo aligerado. Versiones posteriores de correajes de cuero pero de color verde oliva, incluyeron nuevos modelos de porta palas, que montaban en el mismo, un tahalí para el sable bayoneta.




La Pala LINEMANN

Uno de los varios modelos de portapala fabricados en cuero usados en el EA



Así se usó, fabricada por varios proveedores del Estado, con diversas aunque pequeñas diferencias, y en gran cantidad. Se caracterizaba por su firmeza de construcción, previéndosela incluso como arma contundente y herramienta de zapa y corte en los reglamentos de instrucción de combate individual.

Podía ser encontrada en versiones con hoja serrada o lisa y afilable y todas, con gruesos y fuertes remaches de fijación al mango, para lo cual contribuía un fuerte anillo también remachado, que sujetaba la hoja, y una chapa remachada a la misma.

Servía como pala, hacha, cuchillo, machete, serrucho, martillo y elemento rudimentario para cocinar. Era realmente eterna y dio, a lo largo de su existencia, lugar a numerosas costumbres, usos y tradiciones típicamente castrenses: como forma de sanción ante una falta cometida en el terreno, se le ordenaba al recluta cavar “un pala por pala”. Esto significaba que debía cavar un pozo cuadrangular de una pala de lado por una de profundidad, para luego taparlo, todo en tiempos, lugares y formas ordenados especialmente.



La Pala LINEMANN

Imágenes de la pala usada como arma contundente y de corte – Ca. 1938.



Se la utilizaba para cavar hoyos de tirador cuerpo a tierra, pozos de zorro, para ir a las letrinas y taparlas luego de haber sido usadas, excavar canaletas de desagüe en los vivaques, como hacha y como arma contundente en el combate cuerpo a cuerpo e infinidad de cosas más. Su uso culminaba con una frase clásica y muy esperada, luego que terminaban las actividades de campaña en el terreno: la voz de mando “¡A lavar las palas!”, con lo que luego de batidas las carpas y guardado el equipo, se lavaba el instrumento de zapa, siendo lo último que se hacía en el terreno.

Duró hasta que tras la guerra de Malvinas, comenzó a ser desplazada por otro instrumento de zapa individual, plegable y más pequeño, pero nunca igualable a la solidez estructural y fiabilidad en su uso, convirtiéndola en una inolvidable pieza del equipo de campaña de nuestra gente. Paradójicamente, el nuevo elemento de zapa, sin marca específica, pero sí, notoriamente diferente en su aspecto, también es conocido en forma genérica, por el nombre de su antecesora… ¡Si habrá dejado huella su utilidad y practicidad! Los nuevos modelos, plegables y sencillos en su construcción, son útiles y versátiles, aspecto que no puede dejar de ser reconocido, pero difícilmente puedan igualar la larga vida útil, rusticidad y practicidad que tuvo y todavía tiene, en manos de coleccionistas, la pala Linemann.

Como una forma de apreciar sus virtudes, cabe mencionar los países que hicieron uso de ella, por más de un siglo: Dinamarca (Fodfolksspade M1870), Noruega, Alemania, Austria, Rusia (Saperka, en evidente alusión a su empleo por parte de los zapadores), Francia (Pelle Bêche portative – M 1879)-, Gran Bretaña (Patt ’37 webbing), Finlandia, Suiza, Bélgica, Holanda, Polonia, Rumania y muchos países más, sin contabilizar a la mayoría de los países americanos.

…La pregunta del millón: ¿hay alguna pieza de este noble efecto de campaña que tenga lugar específico de presentación en nuestro Museo Histórico del Ejército? Como propuesta, cabe pensar en diseñar en una sala determinada, la evolución del uniforme y equipo de campaña de los soldados del Ejército Argentino… Todo un desafío…



La Pala LINEMANN La Pala LINEMANN


flecha Fuentes:
Enciclopedia Máquinas de Guerra.
Reglamentos antiguas de instrucción del soldado aislado




Novedades Fundasol

 

Sastreria Militar
Credito Full S.A.
Publicidad Sociedad Militar Seguro de Vida

Cultura e Historia

Fundacion Soldados
Av. Santa Fe 4815 1º Piso,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.CP: 1425
Nuestro horario de atención: Lunes a viernes de 9 a 17 hs
Nuestros teléfonos: (5411) 4346-6100 Interno: 1099 / 2874










diseño web: ana gallardo